domingo, 24 de abril de 2011

Por qué le llaman rubia cuando quieren decir inteligente.


Existen deportes masculinos y femeninos? ¿De qué depende que la mejor jugadora de la liga de fútbol española gane ni se sabe cuánto menos que un jugador de tercera masculina? ¿Tenemos nosotras algo que ver en todo eso?

Me explico.
Que levante la mano alguno de vosotros que me está leyendo y no haya vivido nunca algo como lo siguiente:
Se encuentran dos parejas casualmente por la calle y mientras ellos se saludan con un cálido apretón de manos, una palmadita en la espalda e incluso un abrazo, las compañeras (si no se conocían previamente) se han hecho una a otra un scanner propio del que llevaba Terminator para localizar su objetivo; en tres segundos sabe si los zapatos que llevas son de temporada o los has rescatado de un outlet multimarca, si llevas una 38 o una 40, si llevabas las mechas bien puestas o al estilo Shakira
(tan de moda ahora)…

Una vez que se han despedido y tu pareja te comenta tan alegremente que Paco fue con él al instituto y que era de los que más triunfaba en el curso, líbrele Dios de hacer un comentario a favor de la chica que llevaba al lado: “Siempre salía con bellezones”, “Hombre, si lo dices por su mujer, con toda la capa de maquillaje que llevaba y esos labios con silicona… “

Lo anterior expuesto no es más que una de tantas zancadillas que las mujeres nos ponemos a nosotras mismas, no sé qué extraño gen hace que nos despellejemos las unas a las otras. Mientras el corporativismo masculino existe, nosotras lo único que hacemos es luchar detrás de la palabra “feminismo” culpando al hombre de nuestro rol en la sociedad, sin darnos cuenta de que, parafraseando al gran Thomas Hobbes, las mujeres somos un lobo para las mujeres.
Hasta que no dejemos de vernos como una amenaza, hasta que no dejemos de bromear nosotras mismas con palabras como “zorra”, “chica fácil” y “putón verbenero”, hasta que no nos tengamos un poco más de respeto, no dejaremos de tener un papel segundón en la historia del convivir humano.

No por tener un puestazo me estoy tirando al jefe, no por casarme con un famoso soy una buscona aprovechada, no por tener varias relaciones soy una fresca, no por tener más de una 40 soy menos eficiente….¿Quién marca estás frases hechas? Os sorprendería la cantidad de veces que han salido de una mujer.

Es por eso que, y retomando el tema que me ha inspirado el post, las mujeres tenemos que triunfar en un deporte individual, ya que sería imposible que un equipo femenino pudiera aguantar toda la presión que conlleva jugar en Primera División, a parte de luchar contra la grada, contra la prensa, contra los resultados, contra el rival... Habría algo mucho peor: tener que vivir bajo la mirada envidiosa, crítica e insensible de sus propias compañeras de equipo.

Y a pesar de todo...¿Quién quiere ser un hombre??

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